balonmano l División de Honor Plata
En el buen camino pese a la derrota
Gran partido del Pedro Alonso Niño ante el Teucro, con un juego similar al del triunfo sobre el Barakaldo
S. D. / Pontevedra | Actualizado 22.03.2010 - 05:02
El conjunto moguereño se mostró ayer muy competitivo a pesar de no poder puntuar en Pontevedra.
El Club Balonmano Pedro Alonso Niño de Moguer Cajasol cayó derrotado en la mañana de ayer (29-25) en un gran partido de los hombres de Curro Lucena. Con un espíritu muy combativo, los moguereños mantuvieron la línea de juego exhibida ante el Barakaldo para mantener en tensión a su rival hasta los últimos minutos del partido, en los que el equipo pontevedrés logró la ventaja suficiente para retener los puntos en juego.
A pesar de este resultado, el conjunto moguereño sale reforzado en su idea de que con esta forma de jugar es capaz de medirse a cualquiera y tener opciones de sumar, por lo que sigue muy vivo en la lucha por la salvación.
El efecto Lucena ha calado en la plantilla, que llega muy mentalizada a la recta final del campeonato. Además, la derrota del Almoradí ante el Puerto Sagunto (28-19), mantiene al PAN fuera de los puestos de descenso a falta de seis jornadas para el final del campeonato en División de Honor Plata.
La Sociedad Deportiva Teucro, que venía de caer inesperadamente en su partido aplazado con el Torrelavega, salió decidido a no fallar y trató de llevar la iniciativa en el marcador en un principio, aunque se encontró con un PAN que no le permitió que se marchara en el marcador y que consiguió por momentos hacerle correr a su ritmo. De este modo, en el primer tramo del partido reinó el empate (2-2 y 5-5, minutos 5 y 10).
Rondando el ecuador de la primera mitad, los locales vencían 8-6, renta corta que, en el tiempo restante del primer periodo, los jugadores amarillos lograron neutralizar con grandes dosis de pelea en defensa, y velocidad y dinamismo en el ataque.
De este modo, con un parcial de 0-3 los moguereños se colocaron 8-9 para después volver a guarismos igualados en los diez minutos restantes. A menos cinco para el final, el cuadro onubense caía sólo 11-10, y alcanzado el descanso, el marcador registró un 14-14 que dejaba muy a las claras que los de Moguer estaban al nivel de uno de los mejores equipos de la categoría, al que superaron en varios parciales.
En la reanudación, el conjunto gallego continuó tratando de romper el partido frente a la férrea oposición moguereña, y de salida lograron ponerse dos goles arriba, renta que poco a poco fueron ampliando para llegar a disponer de una renta de 5 goles en el minuto 15 (23-18). En esta fase, el conjunto moguereño comenzó a acusar las exclusiones y el cansancio en defensa en determinadas situaciones, lo que acabó por conducir al marcador a un 27-20, la máxima diferencia del encuentro.
No obstante, el equipo de Moguer no cejó en el empeño de mantenerse dentro del partido y siguió impidiendo que los de Pontevedra cantaran victoria antes de tiempo y ya a contrarreloj consiguieron ir reduciendo nuevamente la desventaja generada. Tras el tira y afloja, finalmente el equipo de casa logró el margen suficiente para poder respirar tranquilo en los últimos compases y quedarse con unos puntos que por momentos el Pedro Alonso Niño llegó con merecimiento a acariciar.
www.huelvainformacion.es
A pesar de este resultado, el conjunto moguereño sale reforzado en su idea de que con esta forma de jugar es capaz de medirse a cualquiera y tener opciones de sumar, por lo que sigue muy vivo en la lucha por la salvación.
El efecto Lucena ha calado en la plantilla, que llega muy mentalizada a la recta final del campeonato. Además, la derrota del Almoradí ante el Puerto Sagunto (28-19), mantiene al PAN fuera de los puestos de descenso a falta de seis jornadas para el final del campeonato en División de Honor Plata.
La Sociedad Deportiva Teucro, que venía de caer inesperadamente en su partido aplazado con el Torrelavega, salió decidido a no fallar y trató de llevar la iniciativa en el marcador en un principio, aunque se encontró con un PAN que no le permitió que se marchara en el marcador y que consiguió por momentos hacerle correr a su ritmo. De este modo, en el primer tramo del partido reinó el empate (2-2 y 5-5, minutos 5 y 10).
Rondando el ecuador de la primera mitad, los locales vencían 8-6, renta corta que, en el tiempo restante del primer periodo, los jugadores amarillos lograron neutralizar con grandes dosis de pelea en defensa, y velocidad y dinamismo en el ataque.
De este modo, con un parcial de 0-3 los moguereños se colocaron 8-9 para después volver a guarismos igualados en los diez minutos restantes. A menos cinco para el final, el cuadro onubense caía sólo 11-10, y alcanzado el descanso, el marcador registró un 14-14 que dejaba muy a las claras que los de Moguer estaban al nivel de uno de los mejores equipos de la categoría, al que superaron en varios parciales.
En la reanudación, el conjunto gallego continuó tratando de romper el partido frente a la férrea oposición moguereña, y de salida lograron ponerse dos goles arriba, renta que poco a poco fueron ampliando para llegar a disponer de una renta de 5 goles en el minuto 15 (23-18). En esta fase, el conjunto moguereño comenzó a acusar las exclusiones y el cansancio en defensa en determinadas situaciones, lo que acabó por conducir al marcador a un 27-20, la máxima diferencia del encuentro.
No obstante, el equipo de Moguer no cejó en el empeño de mantenerse dentro del partido y siguió impidiendo que los de Pontevedra cantaran victoria antes de tiempo y ya a contrarreloj consiguieron ir reduciendo nuevamente la desventaja generada. Tras el tira y afloja, finalmente el equipo de casa logró el margen suficiente para poder respirar tranquilo en los últimos compases y quedarse con unos puntos que por momentos el Pedro Alonso Niño llegó con merecimiento a acariciar.
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